El aumento de la miniaturización de los teléfonos móviles implica que los teclados alfanuméricos utilizados para marcar el número y la entrada de datos son cada vez más pequeños. Estos teclados deben ser probados para asegurar que son bastante fáciles de usar. Una medida de este rendimiento es la fuerza de activación y el perfil de teclas individuales en el teclado. La fuerza requerida para activar la tecla debe ser suficientemente baja para que se active fácilmente, considerando que el teléfono puede ser operado por, por ejemplo, los ancianos. Sin embargo, la fuerza no debe ser tan baja como para que se pueda oprimir accidentalmente una tecla cuando se lleve el teléfono en un bolsillo o bolso.
Un sistema básico para la prueba de un teclado está compuesto por una máquina universal de ensayos, equipada con una célula carga de baja capacidad, y un accesorio porta brocas sujetando una púa de acero. Además, una mesa ranurada sirve para fijar el teléfono o teclado se utiliza para apoyar el módulo de teléfono o el teclado. Durante el ensayo se controla la carga aplicada y el desplazamiento de la tecla apretada.
Para obtener información más detallada, el contacto eléctrico puede ser conectado al sistema de ensayo, proporcionando el instante preciso del cierre del interruptor y la fuerza necesaria para activarlo. Con el fin de proporcionar datos precisos, es necesario utilizar un sistema con una gran frecuencia de adquisición de datos a modo que se observen los rápidos cambios en la fuerza en el cierre del interruptor que se producen en distancias muy pequeñas. Además, el sistema utilizado debe tener una gran precisión en el control de posición para prevenir daños en componentes delicados.