La industria biomédica usa adhesivos para aplicaciones tales como vendas, apósitos, cierre de heridas y selladores quirúrgicos. La fuerza de adherencia de estos productos debe estar claramente definida antes de ser utilizados en un entorno clínico. Si el adhesivo no es lo suficientemente fuerte, el producto puede producir una infección o una mala cicatrización. Si el adhesivo es demasiado fuerte, el tejido subyacente puede resultar dañado cuando se retire. Esta norma describe una metodología de ensayo tanto para el desarrollo y caracterización de estos adhesivos, así como para el control de calidad.

Cuando se desarrollan y caracterizan las propiedades del material de estos adhesivos en combinación con sustratos de tejidos blandos, es importante tener en cuenta las condiciones ambientales. Sustratos de tejidos blandos deben ser probados en condiciones similares a las del cuerpo humano, preferiblemente en un baño, pero de manera alternativa en una cámara que se encuentre a 37 ºC.

Para esta aplicación recomendamos el BioPuls™ (baño a temperatura controlada y mordazas neumáticas sumergibles) Las mordazas se controlan con un pedal y se alinean de forma automática. Las características de las mordazas aseguran la exactitud de los resultados y permiten una sencilla fijación de las muestras más delicadas y resbaladizas con las dos manos. Recomendamos utilizar una célula de carga de baja capacidad ya que las fuerzas tienden a ser menores de 10 o 20 N.

El modulo de pelado, desgarro y fricción del Bluehill® 2 es ideal para este tipo de ensayo. Este módulo de software permite una sencilla medición de la carga máxima, promedio y promedio por ancho, que son los cálculos más solicitados.

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